Nuevas publicacciones: Premios de Literatura del Instituto de Cultura Puertorriqueña 2011

Siempre se mueren los guapos

de los autores: Miguel A. González y Juan Carlos Peiró

El laudo del Premio Internacional de Novela 2011, del Instituto de Cultura Puertorriqueña, en su primer párrafo dice: "De manera unánime los jurados declaran como premio único, el texto titulado Siempre se mueren los guapos. Se trata de una novela bien construida, con una narración que fluye, y con un desenlace obscuro que surte su efecto en el lector. Sus personajes, en su redondez, atrapan y conmueven. El lector se encuentra ante un texto escrito en primera persona y narrado por las voces paralelas de dos personajes trágicos que miran hacia un lugar común: la muerte accidental de una niña de 13 años, hermana de uno de ellos y víctima del otro".

Cuentos cuánticos
de Edwin Cuperes Vélez

"Veintiún cuentos, componen el libro. En la primera página, como si abriera el telón, comienzan las representaciones de mundos donde el relato acerca el absurdo de la fantasía al absurdo de nuestra propia cotidianidad: se construyen altos muros para separar a los ricos de los pobres, se describen senadoras que son reinas de belleza y proponen búsquedas de tesosros y se realizan puntillosas investigaciones sobre las razones que impiden que nos caigamos de una hamaca. ¿No supera, en ocasiones, el diario vivir a nuestros más atrevidos sueños o pesadillas?" Así expresa el laudo sobre la colección titulada Cuentos cuánticos, el libro al cual el jurado decidió concederle por unanimidad el Premio de Literatura del Instituto de Cultura Puertorriqueña en su edición 2011 en la categoría de cuento.

To Muddy Death
de Rosa Vanessa Otero

"A nuestro juicio, To Muddy Death presenta una mayor unidad temática, buen manejo de la lengua, construcción de la musicalidad y del sentido. demuestra conocimiento de las formas poéticas y la cultura literaria, a través de alusiones a mitos, textos literarios y pinturas". Con estas líneas el Jurado del Premio de Literatura 2011 del Instituto de Cultura Puertorriqueña, categoría poesía, otorga el premio a este poemario y continúa diciendo que "en lo que corresponde a la arquitectura del poema, hay una sobriedad formal que va a la par con un imaginismo conceptual efectivo, sin que con ello se pierda el ritmo y la cadencia que caracterizan a la lírica".