El narrador recrea de manera singular una miríada de mundos alternos,
distopías y ucronías cual navaja de Ockham, con claras influencias de la
ciencia ficción, la literatura fantástica y el realismo sucio. Para
ello, nos permite atisbar desde la ventana escénica la vanguardia más
extrema e hiperreal de la literatura puertorriqueña de tiempos actuales,
con una manifiesta muestra de perturbadora hibridez. Los cuentos de
Desongberd se escudan en la mejor tradición del cómic, la novela gráfica
y la cinematografía HD. Además, compiten con un universo apalabrado y
metaforizado por lo onírico. Toda la prosa del corpus se muestra en vez
de ser dicha; hay rupturas de fondo y forma, alternalidades, rescate de
la otredad, transgresiones y denuncias filosóficas, como las demostradas
cuando toca la temática de las masacres históricas de Nanking, o del
holocausto alemán, o como cuando invierte la lógica opresora de las
diferentes épocas esclavistas que han demarcado a la humanidad.
Desongberd intercala una atípica erudición que intertextualiza con la
Ilíada, la Biblia y el Gilgamesh y se extasía en una artesanía del
lenguaje concreto y del lenguaje semiótico.
En el marco de cada uno de los breves capítulos de El imperialista
ausente, el lector transita un espacio plástico donde aparecen
personajes inmersos en complejas reflexiones en torno a la historia de
la que forman parte. Desde las primeras líneas del texto, el autor
intercala su obra con la del pintor puertorriqueño Nick Quijano,
imbricándola con el trópico imperfecto, esquivo y al mismo tiempo
sublime que caracteriza la obra plástica de éste. Así, la historia de un
escritor que resiente y reflexiona sobre la ausencia de su padre,
guionista de Hollywood, a través de las artes, se transforma en un
lienzo dentro de un lienzo que fusiona el contexto puertorriqueño con
una mirada cosmopolita del mundo y la sociedad. Entre sus páginas, el
autor explora las disyuntivas estilísticas entre el novelista
"literario" y el novelista comercial, y la relación entre el individuo y
la comunidad a la que pertenece, otorgándole a la novela una dimensión
sociopolítica.
El imperialista ausente viene a complementar
el panorama actual de la literatura puertorriqueña, uniéndose al giro
hacia la novela ambiciosa que en los pasados años ha resurgido en una
novela como Barataria de Juan López Bauzá y, a un nivel internacional, en las obras del novelista mexicano Juan Villoro y el español Javier Marías.
Este ensayo hilvana un marco teórico que toca las raíces de la
dramaturgia isleña comenzando con una aguda crítica al discurso oficial
de la Generación del 30 en Puerto Rico. El autor desmitifica la metáfora
de la "ciudad letrada" fundada por Pedreira en Insularismo, y
retoma el cuestionamiento del discurso de "la gran familia"
puertorriqueña". El manuscrito predica la existencia de una marginalidad
literaria que ha afectado la lectura de los dramaturgos: Myrna Casas,
Lydia Milagros González, Víctor Fragoso, Antonio Pantojas, Zora Moreno,
Abniel Marat y Oscar Giner.
El texto presenta una mirada
crítica a los discursos absurdos, experimentales, sexuales y políticos
que permean el teatro contemporáneo e invita al análisis de la relación
histórica entre la dramaturgia boricua producida tanto en Estados Unidos
como en Puerto Rico.
Goza de una unidad sin fisuras. Es muestra de una escritura disciplinada
suspendida en su tono, centrada en la economía y manejo de un lenguaje,
que aunque aparenta recrearse en la simpleza, se descubre en una
profunda necesidad de comunicar una incertidumbre que no pasa
desapercibida. Más que un poemario, es un poema compuesto de
instantáneas emotivas que relatan una interminable despedidad amorosa
que se abalanza en pequeñas dosis hacia la mirada inquisidora del
lector. Son sus diálogos con la trama del vacío lo que nos compromete
como lectores a chocarnos con el desencuentro del hablante poético, y
evidenciar el desahucio cotidiano de su realidad. Sus micro poemas son
bocados de concentrada belleza cuya simulada sencillez reduce la poesía a
su desnudez esencial a través de diestras evocaciones y juegos de
palabras. Este libro posee ingenio y sabiduría. La voz hablante dice:
hoy se me ha hecho un nudo en los ojos. En los ojos del lector, también
se hará.
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