Rinden tributo a Julia de Burgos con sus versos

Rinden tributo a Julia de Burgos con sus versos

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Compartimos la reseña que hiciera El Nuevo Día sobre la actividad: Las mujeres de Julia.

¿Para qué leer poesía en voz alta?
La respuesta a una pregunta como esa quedó en el aire anoche durante la celebración de la lectura poética “Las mujeres de Julia” que se llevó a cabo en la librería del Instituto de Cultura Puertorriqueña, ubicada en la Galería Nacional.
El encuentro estuvo lleno a capacidad y formó parte de la multiplicidad de actividades que se llevan a cabo en el País en el marco de la conmemoración del centenario del natalicio de la voz poética femenina más importante de la Isla.
Nueve mujeres, destacadas en diversos ámbitos del conocimiento, tuvieron a su cargo la lectura de una selección de poemas que estuvo a cargo del poeta y director de la Oficina de Publicaciones y Grabaciones del ICP, Ángel Antonio Ruiz Laboy quien explicó que hizo el escogido del poema a base del perfil de cada una de las lectoras.
La breve pero emotiva jornada inició con la lectura del poema ‘Yo fui la más callada’, a cargo de la escritora Jessica Reyes, quien antes de comenzar se presentó con un pañuelo cubriendo sus labios y tras despojarse de él, procedió a leer. La actriz Sara Pastor impartió su fuerza al poema ‘Voces para una nota sin paz’, y la trombonista holandesa May Peters leyó con un acento dulce el poema ‘Como cuando no exista’.
 
La presidenta del Colegio de Abogados, Ana Irma Rivera Lassén fue una de las más aplaudidas al declamar con toda teatralidad el poema ‘Ay, ay, ay de la grifa negra’; seguida de la poeta Rosa Vanessa Otero quien, acompañada de un guitarrista, cantó ‘Canción amarga’.
La reconocida escritora Tina Casanova leyó cándidamente ‘Ruta de sangre al viento’ y la poeta y gestora del Proyecto Matria Amarilis Pagán leyó uno de los poemas más duros de la velada, ‘Himno de sangre’; un testimonio literario del compromiso de Julia de Burgos con su realidad caribeña y latinoamericana.
Acto seguido la escritora y directora del Festival de la Palabra, Mayra Santos Febres, leyó el último poeta de Julia de Burgos ‘Farewell in Welfare Island’.
“Julia salió de una isla para irse a vivir a otra, empezó escribiendo en español y su último poema es en inglés”, comentó la autora.
La velada finalizó con la lectura de uno de los poemas más famosos de Julia de Burgos, ‘Yo misma fui mi ruta’, en voz de la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz.
“Yo creo que toda mujer que piense que ha tenido que luchar contra algo en la vida, o a favor de algo en la vida es Julia de Burgos y tenemos mucho que aprender de ella. Julia de Burgos era una feminista en el buen sentido de la palabra y siempre fue su propia ruta... Yo he tenido que tomar decisiones en mi vida que me apartan de la ruta de lo que uno debe ser como mujer en la política, de las posturas que debía asumir y marcar mi propia ruta y en eso me identifico mucho con este poema, que es un poema de liberación de la mujer”, expresó la alcaldesa.
Por su parte, Rivera Lassén destacó de la poesía que le correspondió leer la importancia de la conciencia de raza que tenía la poeta en tiempos en los que no sólo no se hablaba de ello, sino que además resuena en el presente. “Sigue vigente toda la discusión de la dignidad, de que la gente se identifique y reconozca sus raíces, su ascendencia y se sienta orgulloso de eso”, destacó la abogada quien disfruta cada oportunidad que tenga de participar en lecturas poéticas, pues además de escribir poesía siempre estuvo activa en grupos teatrales.
“La gente me encajona en la cuestión legal pero la parte creativa para mi es igual de importante”, dijo toda vez que invitó a que a lo largo de todo el año de celebración de su centenario se siga leyendo su obra para que poco a poco se siga comprendiendo y celebrando que más allá de los dramas de su vida se trató de “una mujer compleja, de ideas profundas y con una gran visión de país, una gran visión social y política que quería lo mejor para nuestro país”, concluyó.
Entonces, ¿para qué leer en voz alta? Quizás para que las palabras escritas, también sean dichas y poco a poco pasen del papel al cuerpo y del cuerpo a la acción.
 
 

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